Me llamo Maria Prieto y soy vendedora de productos solidarios. Trabajo para contra el CÁNCER CAMBIA el Guion desde hace un año y mis palabras para el equipo de la ong solo son de agradecimiento, al igual que para la empresa que me contrata: NGaroe.

No me importan los 40º al sol que hace en Sevilla a las afueras del Hospital la Macarena, siempre he ido con mi mejor sonrisa, aún cuando el corazón me dolía por dentro.

Soy de esas personas que sienten lo que hacen. Puedo decir que para mi no es un trabajo. Lo hago con tal entusiasmo que siento que las 4 horas que le dedico desaparecen del reloj. Me enriquece como persona saber que mi esfuerzo tiene una recompensa tan grande y necesaria.

Con este trabajo, conoces historias de familias y situaciones muy duras y difíciles de asimilar, vives momentos que siempre recordarás. Necesitas armarte de dvalor para escucharlas, pero te dan fuerzas para saber que lo que haces tiene un objetivo claro y merece la pena.

Hoy en día hay que explicar poco sobre el cáncer y lo que arrastra tras él, pero si es necesario sensibilizar sobre la importancia de que todos seamos solidarios para que la batalla contra el cáncer esté cada vez más cerca de ganarse.

Actualmente tengo dos amigas cercanas luchando contra la enfermedad y siento uan admiración profunda por las ganas y fuerzas que sacan para batallar. Saber que mi labor como vendedora en la calle va a ayudar a que mejoren su situación me reconforma muchísimo. Ni qué decir del gran equipo que formamos los vendedores de calle. En Sevilla somos un equipo grande de buenas personas, apasionados y convencidos de que podemos cambiar las cosas, y sobre todo, de que el futuro del cáncer tiene que cambiar con el apoyo y la solidaridad de todos.

Aunque en la calle te encuentras con situaciones muy duras, con mucha negativa y con algunas historias para recordar, lo que siempre he sentido y nunca he echado de menos es el apoyo incondicional por parte de la ong tanto en el sentido laboral como en el personal. Me encanta el trabajo que hago, me mantiene los pies en el suelo y me gusta encontrarme con gente que quiere cambiar el guion del cáncer. Creo que la sociedad está concienciada con el cáncer, pero no es consciente de las necesidades que surgen cuando pasas por una enfermedad como ésta. Hasta que no te toca de cerca, no eres realmente consciente.

Mi mensaje al mundo: Cambiar el guion del cáncer, es trabajo de todos. Todo granito es una esperanza, y de la esperanza crece la fuerza.